Hace un tiempo estaba esperando que nos atendiera la endocrinóloga de Faustina y una mamá me reconoció por el blog. Nos pusimos a charlar. Ella tenía un bebé en los brazos y estaba también con su hija Camila de 14 años, que tenía síndrome de Down.
Camila me preguntó cómo se llamaba mi hija y nos pusimos a conversar. Me habló de su pequeño hermanito que adoraba y también me dijo que estaba muy cansada porque la noche anterior se había quedado hasta tarde resolviendo unos ejercicios de matemática que le resultaban muy difíciles.
Con 14 años se mostraba desenvuelta, segura y entusiasmada por su fiesta de 15 que estaban preparando y a la que irían sus amigos, según me contó. Faustina se movía en mis brazos y quería ver todo lo que pasaba alrededor. "Mirá la nena", le dije refiriéndome a Camila. "Ya no soy una nena!", protestó ella. "Es cierto", le contesté, "tenés razón. Disculpame. Ya sos una señorita".
Me pregunto si me traicionó el imaginario colectivo donde las personas con síndrome de Down son como niños eternos. También me pregunto si estará cansada de que le digan nena, angelito, que es especial o Down. ¿Cuántas veces lo habrá escuchado? ¿Cómo se sentirá con ello?
Las personas con síndrome de Down no son niños eternos. A medida que crecen se van transformando de bebés en niños, jóvenes, adultos y ancianos y, como todas las persona, tienen sus propias opiniones, deseos e intereses acordes a la etapa que atraviesan.
Cuando tratamos como niño a una persona joven o adulta con síndrome de Down estamos desvalorizándola y respondiendo a estereotipos y prejuicios. Y también la estamos privando de las oportunidades y responsabilidades que le corresponden según su etapa cronológica.
Camila se sintió muy mal cuando la nombré como nena. Quedó claro que es muy conciente de que está atravesando otra etapa de su desarrollo. Con su enojo y su protesta por lo que le correspondía me recordó que la discapacidad intelectual no es un pretexto para ser tratado como
niño. Creo que si los tratamos como niños seguirán actuando como tales porque no
les damos el lugar que les corresponde.
Protestó de injusticia, porque la sociedad aún no entiende que hay etiquetas que desvalorizan y marcan las vidas de las personas. Si creemos que una persona con síndrome de Down será eternamente un niño ¿cómo podremos pensar que lleguen a adultos teniendo una vida autónoma e independiente?
En nombre de quienes piensan equivocadamente que las personas con síndrome de Down son niños eternos, pido disculpas a Camila y a todos aquellos que han sufrido con este tonto prejuicio y tienen que pagar en sus vidas el precio de la ignorancia de los otros.
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Me gustaron mucho tus palabras y hacen reflexionar al respecto! Gracias.
ResponderEliminarMuy, muy lindo!!!
ResponderEliminarMuy buen artículo sobre el sindrome de down. Me ha servido mucho, además de otro articulo sobre ¿Porque Nacen Niños con Síndrome de Down?, espero que os ayude: ¿Porque Nacen Niños con Síndrome de Down?
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