"Buenas noches, hija, que descanses. Que tengas un sueño profundo y reparador. Duuuuuulces sueños". Cada noche repito esta frase para desearle a Faustina el mejor de los descansos.
Hasta que cumplió el año, siempre durmió toda la noche. Los primeros tres meses, más o menos, se despertaba dos veces para tomar la leche y luego solo una, pero seguía durmiendo. A partir de los seis meses la mayor parte de los días ya dormía la noche completa, sin despertarse en busca de leche. Para mí fue buenísimo porque verdaderamente me dejaba dormir durante largos períodos de sueño. El descanso de Faustina no podía ser mejor!
Desde muy chiquita parece comprender que la noche es el momento para dormir. Cada noche tenemos una rutina para prepararnos para el sueño: le pongo el piyama como una hora antes, toma un poco de leche en su mamadera y jugamos un rato en la cama (risas, canciones, mimos). Después de un rato de reirnos y con el pañal limpio ya está lista para dormir en su cuna. También duerme muy buenas siestas!
Sin embargo, después del año tuvo un período que duró unos tres meses en el cual comenzó a despertarse muy seguido y no podía descansar bien. No es que no durmiera en toda la noche, pero a cada rato se quejaba para que le pusiera su chupete, o porque quería girarse en la cuna y no podía o porque parecía que se iba a despabilar. No sé bien qué le sucedía. Lo cierto es que ella seguía durmiendo pero yo no podía descansar yendo y viniendo a atenderla, de mi cama a su cuna que está en otra habitación.
Fueron días duros para mí porque el agotamiento y la falta de descanso hacían que estuviera todo el día con mucho sueño y muy cansada. Lo pasan todas las mamás con sus hijos! Pero parece que yo estaba mal acostumbrada a descansar toda la noche! En fin, cosas de la maternidad.
Muchos atribuyen que las dificultades para conciliar el sueño que tienen las personas con síndrome de Down se deben a sus problemas respiratorios que producen apneas, molestias o mala calidad de descanso, o se deben a desequilibrios neurológicos que hacen que los niños tengan movimientos involuntarios y sobresaltos durante el sueño. No sé si son mitos o no. Todos los niños que conozco y que no tienen este síndrome también suelen despertarse varias veces por la noche, moverse, sobresaltarse y hasta levantarse!
Por suerte, hace una semana que Faustina volvió a dormir toda la noche sin despertarse. Aunque hay que ayudarla a veces a girarse de costado porque no sabe hacerlo sola mientras está dormida y con las frazaditas sobre el cuerpo, yo volví a tener un buen descanso y ella sus dulces sueños.
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