Hace un año lanzaba este blog con la idea de romper mitos y prejucios sobre el síndrome de Down. La primera entrada fue la bienvenida y se llamó "Maternidad up!". A partir de allí Mi vida con Faustina fue teniendo seguidores que me escriben con cariño, me cuentan sus historias y comparten las notas, y otros que silenciosamente se abocan a leerlo.
Hoy tiene más de 46000 visitas que pueden parecerle mucho a algunos y poco a otros. La cuestión no tiene mayor importancia, salvo por el hecho de que con cada visita las posibilidades de hacer llegar un mensaje, que en el fondo es de amor, convierte a la cifra en un motivo de satisfacción, al menos para mí que escribo Mi vida con Faustina solo con el corazón.
Las estadísticas del blog arrojan datos muy emocionantes: lo leen desde Argentina, EEUU, Chile, México, España, Rusia, Perú, Alemania, Turquía, Paraguay, Uruguay, República Dominicana, India, Ecuador, Venezuela y Brasil, sólo por nombrar a algunos países.
Mientras hacía mi fertilización in vitro para tener a mi hija pensaba que haría un blog sobre la experiencia de vivir la posibilidad de ser mamá a partir de tratamientos de fertilidad. Convencida de que ayudaría a otras personas a conocer acerca de los aspectos, las emociones y los detalles que hacen a los tratamientos, estaba dispuesta a contar mi propia vivencia, primero de fertilización y, si tenía éxito con el embarazo, la experiencia de la maternidad estando sola con una hija nacida de una fertilización in vitro con donante.
Hacer tratamientos de fertilidad no es nada fácil. Se ponen en juego el cuerpo, las emociones, los tiempos, las expectativas... Las dificultades se olvidan pronto si finalmente uno logra el embarazo. Si no, pueden ser bastante traumáticos para muchas personas. Con eso ya tenía bastante para escribir un blog! Sin embargo, con la llegada de Faustina dejé atrás las experiencias traumáticas para vivir mi maternidad desde un lugar realmente positivo. En este sentido, el síndrome de Down (SD) que tiene me hizo cambiar el foco.
A pesar de que Faustina sigue siendo mi hija "nacida de una fertilización in vitro con donante", la trascendencia de los tratamientos y del donante ya no es tal. El SD es lo que me moviliza a volcar mis energías y pensamientos en este blog, con el amoroso anhelo de generar una visión positiva de las posibilidades reales que tienen las personas con este síndrome.
Y para ello, el blog ha sido y es mi primer espacio de comunicación para visibilizarlo. 46000 visitas que recorren la maternidad de una beba hermosa con SD, que no solo es el corazón y el alma de Mi vida con Faustina sino también, el principal motivo de mi existencia. ¡Muchas gracias a todos por leernos!
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