Cada familia es un mundo y gusta a o no de organizar rutinas para marcar cómo será el día. Aunque siempre hay un espacio para hacer algo que no estaba previsto, yo prefiero organizarme con Faustina de manera que funcione mejor nuestro día!
En general, para los bebés y niños pequeños los especialistas recomiendan que haya hábitos y rutinas porque saber lo que viene les baja la ansiedad o angustia que provoca lo desconocido y los ayuda a sentirse cómodos, seguros y contenidos. Los especialistas también sostienen que a los bebés o niños con síndrome de Down particularmente les ayuda mucho tener el día organizado. Yo creo que es igual para todos los chicos.
La clave está en armar las rutinas que se ajusten mejor a cada familia y en respetar los tiempos para cada una.
Aquí van algunas rutinas que tenemos con Faustina:
El desayuno
Aunque los horarios para despertarse fueron cambiando para mi hija, siempre tenemos la misma rutina. Jugamos un rato en la cama, nos levantamos y vamos a abrir las ventanas, encendemos la radio, nos sentamos a la mesa (ella en su sillita) y desayunamos juntas!
Mañana de juegos
Después de desayunar nos vestimos y Faustina juega con sus juguetes, aunque últimamente lo que más le gusta es andar por la casa abriendo cajones, sacando cosas, tocando lo que no se puede tocar... Durante el verano o los días cálidos, sale a jugar un rato afuera (le encanta el pasto!). Siempre hay un momento para jugar en el piso con ella, bailar y cantar, jugar con el bebé, perseguir a un muñeco que se mueve a pilas o tirar la pelota e ir a buscarla, entre otros juegos.
Ya está la comida!
A la hora de comer a Faustina la siento en su sillita a la mesa. No le doy de comer en cualquier lado, sólo cuando se sienta en su sillita. Desde que comenzó a comer a los cinco meses, más o menos siempre lo hace a la misma hora. Tiene como hábito comer una fruta después de la comida así que espera con ganas uno y otro plato. Le encanta la comida y por suerte no tengo que estar corriendo detrás de ella para que coma. Otro hábito que formamos es comer sin televisión ni computadora, ni videos. Creo que esto le ha sido útil para enfocar su atención en la comida y disfrutarla. Eso sí, esté donde esté, tengo que pensar en su comida porque a esa hora, si no le sirven algo, grita de hambre!
Es hora de siesta
Para Faustina la siesta es sagrada. Todavía la necesita y más o menos duerme entre dos y tres horas. Si bien desde recién nacida duerme en su cuna, hace dos meses que le enseñé a dormirse sola, sin tener que hamacarla en mis brazos. Le gusta tocar mis manos o las manos de la abuela o quien la cuida. Como parte de la rutina le canto unas canciones y después le digo "ahora dormite vos solita". La despido y me voy. A veces tarda un rato, da vueltas, se sienta en la cuna y tengo que volver a acomodarla para dormir. Pero la mayoría de las veces ya logra dormirse sola. Hace poco que duerme con un osito que abraza y da mucha ternura verla.
¿Merendamos?
Se levanta de la siesta de muy buen humor! Y otra vez se sienta en su sillita a esperar la leche con galletitas o pan (que le encanta). En verano, por lo general preparamos la merienda al aire libre.
Juegos, música y algo más
Después vienen los juegos, andar en su pata pata, las canciones, los videos preferidos de música infantil, alguna sorpresa (después que desayuna también suele ser momento de presentar algo nuevo), tocar un tamborcito o un piano, saltar a upa, trepar o andar por todos lados.
Llegó la cena
Faustina espera la cena con tantas ganas que le preparo con gusto de todo! Mientras cenamos, "charlamos", le pregunto cosas, le cuento sobre lo que está comiendo, le menciono las frutas. Otro hábito que tiene es lavarse las manos y la cara. También se limpia la boca con una servilleta.
Al agua pato
Los horarios para el baño fueron cambiando pero por lo general la hora de disfrutar del agua es a la noche. A Faustina le gusta tocar el agua pero últimamente disfruta mucho mojar y chupar trapos y toallas y jugar con todo lo que hay fuera de la bañera (champú, esponjas, desodorantes, jabones... lo que sea).
A dormir!
La rutina del sueño comienza mucho antes de que se duerma. Una hora antes, con el pijama puesto jugamos un rato (por lo general en mi cama porque le gusta saltar ahí arriba, revolcarse y mirarse en un espejo). Nunca faltan la leche (todavía toma mamadera) y el último cambio de pañal del día, despedirse con un "chau, hasta mañana" y reir un rato en su cuna. Después de eso, las canciones y a hacer una linda noni!
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