sábado, 3 de marzo de 2018

Por qué ríe Faustina: rompiendo mitos sobre el síndrome de Down

Faustina ríe, juega, se divierte. A veces se tienta conmigo y nos reímos largo rato de cualquier tontería. Y me vuelve a mirar y se vuelve a tentar de risa, una risa que le explota de adentro, que lo inunda todo, que le brilla en la cara como el sol de verano, le achina los ojos y le hace vibrar todo el cuerpo. La felicidad que tiene cuando ríe es contagiosa y juro que te llena el alma. 

Faustina ríe, asomando detrás
de una silla en el patio.
Pero, ¿por qué ríe Faustina? Seguramente, muchos de ustedes, me atrevería a decir que la mayoría, piensan que mi hija deslumbra con su sonrisa porque tiene síndrome de Down (SD). Pero este mito de que las personas con este síndrome son risueñas y todo sonrisas es tan falso como peligroso.
Aunque circula en el imaginario colectivo que las personas con SD son puro amor y alegría y que son felices con cualquier cosa, te aseguro que no es el cromosoma extra el que le otorga risas a despachar. 

Y digo que este mito es falso porque las personas con SD ríen cuando quieren expresar alegría pero también lloran, sufren, sienten tristeza, frustración, se enojan, tienen sus días, pueden ser irritables, tener angustia, miedos, como cualquier otra persona. Faustina ríe cuando algo le da gracia pero, aunque veas siempre fotos con una sonrisa radiante, no ríe todo el día ni por cualquier motivo. Ríe porque tiene un ambiente donde puede expresar sus emociones, ríe porque es amada, aceptada y respetada.

También te digo que este mito es peligroso porque creer que las personas con esta alteración genética ríen por su condición es estigmatizarlos y subestimarlos. Este mito no te permite considerarlo realmente una persona que tiene distintos estados de ánimo y sentimientos. No son "todo ternura" ni "siempre felices" ni mucho menos "eternos inocentes que ríen por desconocer la maldad".

Imaginate un niño con síndrome de Down que es rechazado y maltratado, que no es aceptado y vive cada día bajo la indiferencia, la discriminación y el desamor. ¿Pensás que ese chico puede reir solo porque tiene síndrome de Down? Te aseguro que sufre, que llora y no sabe de alegrías.

Ahora imaginate a un niño que no tiene síndrome de Down y también es maltratado y no amado. ¿Pensás que ríe? ¿Que es feliz? Ningún niño puede reir si no es amado, cuidado y valorado, tenga o no tenga síndrome de Down, porque no es la discapacidad que te trae la risa sino el amor y el desarrollo de la persona en un entorno respetuoso de su singularidad.

Realmente creo que ya es hora de abandonar estas etiquetas porque los perjudicamos. Por supuesto que si ves a un niño feliz le desearás que nunca deje de sonreir, pero este post es para recordarte o hacerte saber  que es un mito que las personas con SD rían todo el tiempo y derribar la creencia de que, aunque casi no haya motivo, van por la vida derramando amor en todos sus actos.

Las personas con síndrome de Down son personas! Y todas las personas tiene distintos sentimientos que expresar. Recordalo.

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