sábado, 12 de noviembre de 2016

La doble matriculación de las personas con síndrome de Down atenta contra la educación inclusiva

En la Provincia de Buenos Aires (Argentina), para que un niño con síndrome de Down pueda ejercer su derecho a ir a la escuela común con un proyecto de integración se ve obligado a que los padres realicen una doble matriculación: además de anotarlos en la escuela común debemos inscribirlos en una escuela especial para que envíen al maestro integrador que acompañará su proyecto.

En la foto: Faustina mira a través de la puerta.
Esta doble matriculación, además de ser inconstitucional y no respetar el principio de igualdad de condiciones para todos los niños que declara la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad y debe garantizar el Estado, atenta contra la educación inclusiva, ya que la mayor parte de las escuelas especiales traccionan para que los niños finalmente realicen allí su escolaridad, lo que contribuye a su segregación.

Si bien el Grupo Art. 24 por la educación inclusiva logró desactivar este sistema perverso de doble matriculación en la Ciudad de Buenos Aires donde los maestros integradores que acompañan los proyectos pedagógicos de los alumnos con discapacidad pueden ser particulares o de las cartillas de las obras sociales, en la provincia de Buenos Aires los padres debemos matricular a nuestros hijos también en la escuela especial y eso trae varias consecuencias que resultan una clara vulneración del derecho a la educación inclusiva.

El tema es muy delicado, y no está en el ánimo de esta nota enfrentar la escuela común a la especial como si fueran dos bandos en tensión, ni enfocar en reprochar a la especial cómo funciona, sino en poner de manifiesto ciertas prácticas y discursos que no favorecen la inclusión, reflejar las contradicciones del sistema escolar y visibilizar aquello que atenta con el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad.

Las escuelas especiales fueron creadas para escolarizar a aquellos niños que no cumplían con ciertos requisitos para asistir a la común y, en su momento, cumplió un rol fundamental: le dio a muchas personas con síndrome de Down la oportunidad que el resto de las escuelas no les daba. Pero en la actualidad, la realidad es otra. Si bien falta andar mucho camino para que una escuela común sea realmente inclusiva, el problema que yo veo es que las escuelas especiales traccionan para que los chicos vayan allí a hacer su escolaridad (donde tienen kinesiología, talleres y algunos contenidos de aprendizaje bajo una mirada rehabilitadora) y eso es contradictorio con el derecho a la educación inclusiva que los estados deben garantizar a todo niño.

Este año tuve que transitar la búsqueda de escuela especial que provea de maestra integradora para Faustina para el año que viene. La experiencia fue frustrante y penosa, pero me permitió conocer cosas que desconocía y aprender de las fallas de implementación de este doble sistema de matriculación, de las concepciones que las escuelas especiales tienen sobre la educación inclusiva, sobre nuestros hijos y sobre la discapacidad, y lo que escuché fue realmente lamentable

En mis entrevistas con distintos directivos y docentes de las escuelas especiales supe que no están a favor de la inclusión. Sólo acompañan trayectos formativos pero saben de antemano que los niños no lograrán ciertas cosas o que deberán pasarse a la escuela especial en algún momento de su escolaridad. Casi todas creen que después de cuarto grado los chicos ya no podrán seguir en la común o que, a lo sumo, llegarán a terminar la primaria.

Tras meses de andar de escuela en escuela, tratando de conseguir vacante (otro tema muy estresante porque no hay cupos), busqué maestro integrador para que acompañara el proyecto de inclusión de Faustina en toda su escolarización en la escuela común y me encontré con que eso no es lo que impulsan las especiales.

Si la escuela común necesita una gran transformación, también lo necesita la especial, que a estas alturas ya no debería existir. En Italia hace 50 años que no existen. Con esto no quiero decir que no deben haber maestros o psicopedagogos que estudien y sepan precisamente de particularidades en las formas de aprendizajes de los niños con discapacidad intelectual, por ejemplo. Al contrario, creo que son una figura muy importante ya que los maestros de escuelas comunes aún no están formados para la diversidad de seres humanos que aprenden a su ritmo y a su manera en un aula.

Las escuelas, tanto comunes como especiales, estatales o privadas, necesitan una transformación tan grande y real para poder garantizar una buena inclusión! Pero descubrí que ni siquiera piensan que esto es posible. Aunque hay chicos con síndrome de Down que terminan sus estudios en escuelas comunes de nivel inicial, primario y secundario, sin embargo, cuando uno menciona esto en las entrevistas la escuela especial coincide en que se trata de "excepciones".

En mis charlas con las escuelas especiales, todos respondieron que la experiencia de 25 ó 30 años al frente de escuelas que se crearon para recibir a los chicos que eran excluidos de las escuelas comunes les hacía saber que eso era una utopía. "Es más un deseo de los padres que una posibilidad de los chicos", me dijo una directora de escuela especial. Todas piensan que los padres que apostamos a la inclusión de nuestros hijos en escuelas comunes negamos, de alguna manera, la discapacidad. Todas creen que los chicos deben transitar, en algún momento, las aulas de la especial. Incluso, hubo una institución que me obligaba a mandar un par de veces a la semana a mi hija como requisito para inscribirla y otra que me aseguró que en algún momento ellos hacían transitar al alumno que iba a la común un año en la escuela especial porque todos tenían que atravesar la experiencia de "estar con sus pares".

En otra, una de las razones que me dieron para asegurarme que en algún momento Faustina deberá asistir a la escuela especial es que la diferencia de intereses con el resto de sus compañeros provocará tal frustración en mi hija que no podrá sobrellevarlo. Aunque hay casos de personas con síndrome de Down que están haciendo buenas experiencias de inclusión en escuelas secundarias y es su derecho estudiar en escuelas comunes con los ajustes que necesitan, las escuelas especiales siguen repitiendo el mismo discurso: las diferencias son insalvables. ¿Son insalvables? Pero si la educación inclusiva apunta a respetar las diferencias: ¿entonces, las escuelas especiales no impulsan la inclusión? No. No lo lo hacen. Lo que promueven es que si hay brechas se segregue al alumno que no puede transitar la escuela común de la misma manera que el resto. "Es lo mejor para ellos", me aseguraron.

Si en su momento fue un avance que se crearan escuelas especiales para contemplar la educación de los niños que quedaban excluidos de la escuela común, hoy es un verdadero retroceso que atenta contra la educación inclusiva. Todo el sistema educativo, en su conjunto, necesita una gran transformación, necesita ser repensado y modificado para garantizar la inclusión.

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10 comentarios:

  1. Erica, qué fuerte todo lo que contás. Pronto nos tocará transitarlo con Ringo y veo leyendo también otros casos que es un tema súper delicado. Mucha fuerza y seguí compartiendo tus historias con Fausti, las leeo siempre! Un beso grande

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  2. También están las directoras que dicen si querés inclusión llevala a una plaza ,están las obras sociales que no aceptan pagar integradora más acompañante terapéutico y la escuela especial pisandote los talones diciendo no vas a encontrar integradora y va a ser muy frustante para tu hija o lo mismo cuando dicen es un deseo tuyo que valla a una escuela común creo que apostamos por nuestros hijos pero cuando la ley más obras sociales y las escuelas especiales no nos ayuden siempre va hacer así

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    1. No, Daiana, no va a ser siempre así! Cambia, todo cambia. Las luchas, por pequeñas que sean, a la larga traen los cambios esperado. Vas a ver!

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  3. Hola de qué parte de Provincia SOS? Yo soy de La Plata, y pronto tendré una reunión con un senador,mi pedido va a ser concreto, la eliminación de la doble matriculación,que sea optativa, y el pedido de una titulación homologable, que actualmente consiste en una certificación, que lo único que hace es imponer barreras para que nuestros hijos consigan un trabajo,o hacer un curso, ya que dicha certificación no sirve como aval de haber terminado el secundario. Pido por favor a que si me podes acompañar a dicha entrevista,junto con otros padres, así nuestro reclamo es mas fuerte. Si estas de acuerdo, en cuanto me contacten te aviso,día,horario,y lugar de reunión. Te parece?

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    1. Hola Beatriz. Estoy armando la misma movida! Pero no tenía nada concreto por ahora. Urgente es necesario la petición de quitar la doble matriculación obligatoria y también pedir por las titulaciones (todo un gran tema aparte). Por supuesto te acompaño y me sumo a la iniciativa que aún no he tenido tiempo de llevar adelante, aprovechando que ya tenés el contacto. Voy por el aval de organizaciones. Te escribo por privado.

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  4. Hola estoy en esa lucha ahora ! Es muy frustrante todo. Mi hijo va a diálogos está terminando sala de dos

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  5. Hola. Soy docente Especial y hace 18 años renuncie a mi cargo en la Esc Especial de Firmar Pvcia. De Sta.Fe .Justamente porque no compartía nada de los criterios de integración que se tenían. Desde entonces continué como Estimuladora Temprana y como Psicomotricista en lo público (hospital) y en lo privado. Incluyendo,con mi equipo, a nuestros pacientes en Escuelas Comunes.
    Una lucha sostenida y dura para todos. Que ya no debería existir hace años.
    Los docentes especiales temen perder sus cargos y por ello insisten en la doble matriculación. Cuando deberían estar luchando por su inclusión en las Esc. Comunes.
    En Venado Tuerto ya hay una escuela semi privada El Sagrado Corazón, que logró el traspaso de un cargo de vice y dos docentes especiales a dicha institución. Estoy convencida que es necesario dicho cambio. Y los que así pensamos no es por terquedad, sino porque estamos convencidos de que las escuelas deben ser para todos y cada uno, con lo que somos, justamente, diferentes. Las experiencias que estamos teniendo son maravillosas.
    Espero lean éstas líneas. Las abrazo fuerte. Y por un 2017 inclusivo!!!!

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  6. hola, buscando info me encontre con el blog, que dicho sea de paso ya habia leido en otra oportunidad. Estoy en la lucha, desde Rosario, para que ingrese una integradora a una escuela comun privada y para que la integradora pueda ingresar estan obligando a la mama de esta niña no solo que tenga la doble matriculacion sino que tambien abone las cuotas de ambas escuelas. estoy buscando bases legales para poder ayudar a esta mama con este transitar, agotador, como dice ella, a que esta niña tenga su integracion como corresponde y dejen de vulnerar sus derechos. A todo esto estamos en septiembre y comenzamos desde marzo con este transitar....
    Saludos

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    1. Hola! Lamentable la situación que contás. Su obra social debe cubrir su educación! Justo hoy publiqué una nota sobre las prestaciones que deben estar cubiertas. Además, la escuela estaría incurriendo en un acto discriminatorio y en exclusión si no otorga los recursos y oportunidades que esta niña necesita. Una maestra integradora para ella es esencial y también para la escuela que no entiendo por qué no lo acepta. Deberías exigir al inspector de la escuela que garantice el derecho a la inclusión con los apoyos que ella necesita. lamentablemente, a los papás sólo nos queda recurrir a la Justicia con recurso de amparo.

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