viernes, 29 de mayo de 2015

Las dificultades como desafíos para superar

El hecho de que las mamás que tenemos un hijo con síndrome de Down aprendamos a focalizar en los logros de nuestros hijos no quita que no veamos las dificultades que presentan. Detectarlas nos ayuda a reconocer que existe una "situación problemática" y a vislumbrar las posibles formas de solucionarla.

A Faustina suelo dejarla en el piso de goma y le gusta dar vuelta el cajoncito con juguetes y entretenerse con ellos. Había logrado balancearse, tirarse con el cuerpo boca abajo y luego con esfuerzo lograba volver a sentarse, y sin embargo ahora no puede hacerlo. Es capaz de quedarse sentada jugando pero no va en busca de los chiches que quedaron fuera de su alcance y llora para que la levanten si queda acostada en el piso hacia abajo.

Hace un tiempo que vengo notando estas dificultades. Si bien está dando sus primeros pasitos mientras la  sostengo con mis manos y puede quedarse parada sola (aún le falta tiempo para caminar), no logra desplazarse en busca de juguetes estando sentada. No es una cuestión menor: explorar con su cuerpo por sí misma las posibilidades de movimiento va de la mano con tener su propia iniciativa para moverse en busca de algo que le genera curiosidad.

¿Acaso no tiene curiosidad por los juguetes que no están a su alcance? ¿No tiene iniciativa? ¿No sabe cómo usar su cuerpo para lograrlo? Efectivamente tiene que adquirir experiencias donde vivencie su cuerpo en movimiento, las posibilidades que tiene para desenvolverse con él y las dificultades que se le presentan.

Hoy hablaba con Verónica, su estimuladora, y ella me hizo saber que notaba lo mismo. "No tiene la experiencia con el cuerpo y tenemos que ofrecerle posibilidades para que vivencie ella misma su propio cuerpo en relación con el espacio y los objetos", me dijo acertadamente. Así que nos propusimos volver a provocar situaciones para que role, se tire boca abajo, intente desplazarse, se de vueltas. Si siempre voy a levantarla cuando se queja porque quedó con el cuerpo hacia abajo, ¿la estoy ayudando realmente?

El tema me genera preocupación porque me pregunto si hago bien o hago mal y no puedo encontrar la clave para saber hasta qué punto la situación le resulta incómoda o hace capricho porque sabe que la asisto rapidamente. Es dificil saberlo y es dificil manejarlo como mamá porque, por un lado, me parte el corazón verla llorar y, por otro, sé que quizás no la estoy ayudando si le resuelvo cada situación donde se ve atascada. ¿Acaso tenga que cambiar eso como mamá?

Si bien hacemos algunos juegos en casa como ponerle barrera de almohadones y jugar a atravesarlas para ir a buscar un juguete o tirarme en el piso o en la cama y la haga pasar por arriba mío, incentivándola a que vaya en busca de algo que hay del otro lado, con eso no he logrado que adquiera fuerza en los brazos ni que tenga iniciativa propia de lanzarse a explorar.

Hoy en estimulación ya comenzamos a jugar con un rodillo inflable para ayudarla a que se tire con el cuerpo, pase sus bracitos por encima y se balancee un poquito hacia los chiches que pretende alcanzar. Me deja más tranquila haber hablado con la estimuladora, quien siempre me asesora bien y además me ayuda a entender mis preocupaciones y ansiedad con el desarrollo de Faustina. También, me hace bien darme cuenta que las dificultades que enfrentamos siempre son retos que ponen a prueba nuestra capacidad de superarlas.

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