jueves, 22 de diciembre de 2016

Faustina empieza a armar oraciones

Faustina sigue desarrollando su lenguaje. Ya tiene dos años y medio y, además de decir palabras nuevas todos los días, repetir todo y querer hablar como lorito, ya está diciendo dos o tres palabras juntas y construyendo oraciones. La mayoría de las veces no son claras y sólo yo o quienes estamos en contacto con ella y conocemos su lenguaje le entendemos, aunque algunas cosas ya las dice muy claramente.

Faustina sentada en un sillón se lleva una mano al corazón.
Si alguna vez me preocupé por cómo sería su habla y su lenguaje, su desarrollo constante hace que hoy sólo tenga que preocuparme por entenderle! Y es que a estas alturas, me estoy convirtiendo en una experta en descifrar qué me quiere decir. Su vocabulario aumentó tremendamente este año y repite y comprende todo lo que le decimos. "Vamos Fausti". "Mamos", dice ella.

Por ejemplo dice "Hola tía", "hice pis", "voy a dormir", "vamos al auto", entre muchas cosas. Y cuando no le sale pronunciar las palabras estira alguna vocal y luego agrega la que sabe y entonces, por ejemplo, se la escucha decir: "iiiio pis" que quiere decir "quiero pis". "aiai comida a gato", con lo que quiere decir "hay que darle la comida al gato". Además, ya usa artículos y algunas preposiciones. "¿Con quién está la abuela ahora?", le pregunto; "Con Uis", me responde (por el abuelo Luis)!

También ya canta todas las letras de las canciones e inventa canciones o mete alguna palabra que quiere usar en alguna cancion y nos hace reir con su creatividad.

El otro día íbamos al médico y Faustina me decía algo así como "a aaotoo". Entonces le pregunté: "¿al auto?". "Nou, nou", "a aaotoo". "Bueno, entendí mal", pensé. "¿al gato?", le dije. "Nouuuu". "A aaotoo", insistía. "¡Al doctor!", le dije y vi su carita de alegría porque al final le comprendí! Entonces yo le decía: "Doc tor" y ella repetía "occ tor", "occ tor", tratando de mejorar la pronuncación.

Ayer me señalaba un mueble que hay en mi habitación y me decía bien clarito "mano". "¿Acá una mano?, ¿dónde?". "Ahí, mano". No Faustina acá no hay ninguna mano, hija. "Mano, mano". "No, mi amor, no hay nada con manos acá", insistía yo. Me frunció la cara y me señaló diciendo "ahí mano". Entonces abrí las puertitas del mueble para que vea que sólo tengo papeles, alguna cajita con bijuterie y libros, pero ni bien abrí sus puertas vi la caja con un juego de mesa que tiene tarjetas con dibujos y unos dados con sílabas. "Ahh, esto querés!". "Mano, mano". Efectivamente, en esas tarjetas hay un dibujo de una mano que le encanta! Le pedí disculpas. "Perdón hija, tenías razón, no te entendía!", y le di las tarjetas.

Es dificil ahora descifrar lo que dice. Tendrá que seguir trabajano en mejorar su pronunciación. Este año empezó con sesiones de fonoaudiólogía y trabaja este aspecto comunicacional y expresivo. Pero lo más importante es que avanzó en la construcción del lenguaje y ya es capaz de armar oraciones, de unir sujeto/objeto con acción/verbo. A veces es divertido pero a veces no porque no le entiendo y ella se frustra, se enoja e insiste en repetir como diciendo: "mamá, no me entendés?". A veces le digo: "Ahh, sí", pero la verdad es que no sé de qué me habla!

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viernes, 16 de diciembre de 2016

Control de esfínteres: 7 claves para tener en cuenta

1. Respetar el proceso madurativo
Si no está preparado todavía, no lo apures. Respetá sus tiempos. Esto es muy importante porque a veces los papás someten a los niños a largos y frustrantes procesos para que dejen el pañal cuando aún  no están preparados y los niños sienten la obligación de estar sentados en una pelela un buen rato hasta lograr lo que sus padres quieren. No lo fuerces!
Faustina se ríe mientras le tomo la foto.

2. A probar!
Cuando creas que está listo, probá. Explicale que hará pis y caca en una pelela o en el inodoro y que tiene que avisar cuando quiera hacer. No esperes que lo logre de un día para el otro. Algunos niños les lleva más tiempo, algunos lo harán más rápido. Hay algunas cosas que uno puede tener en cuenta: yo esperé que Faustina pudiera agacharse, por ejemplo, o mencionar que ya había hecho o estaba por hacer pis o caca.

3. Establecer rutinas
Algo que a Faustina le resultó muy bien fueron las rutinas para hacer pis, además de llevarla cuando manifestaba ganas, por supuesto! Al levantarse, a media mañana, después de almorzar, al levantarse de la siesta, a media tarde, antes de irse a dormir o siempre que parezca que lo necesita o lo pida. Las rutinas les permiten saber que hay momentos para hacerlo y el cuerpo ya va preparándose y reteniendo hasta ese momento. A Faustina incluso le sirvió para no hacerse pis de noche ya que el organismo ahora sabe que  cuando se levanta hay un momento para hacerlo. Aunque todavía son esporádicas las veces que amanece sequita, empieza a retener toda la noche hasta levantarse.

4. Sin obligarlos
Después de la novedad inicial, Faustina se ha negado muchas veces a querer ir al baño y yo la dejo. A veces la veo concentrada para hacer caca y la llevo justo! Pero si no quiere la dejo con  lo que estaba haciendo. Después de todo "es su momento" y lo último que pretendo es que sienta que tiene que ir forzada. A veces los chicos se resisten a ir al baño, luego de haber logrado que lo hagan! Es bastante frecuente. Sólo hay que encontrar la estrategia para cada caso, desde no darle importancia hasta convencerlos de que tienen que ir.

5. Insistir
No forzarlos pero insistir! No quiso hacer o ir al baño? Bueno... en un rato pruebo otra vez pues estoy segura que tendrá ganas de ir en algún momento si tomó tanta leche. Así que a veces no la dejo pasar y, si bien no la obligo, la convenzo de que tiene que probar a ver si sale pis! "Si no tenés ganas, no hacés... pero probamos". La mayoría de las veces no me equivoco, había que insistir en ese momento o al rato.

6. Ofrecerle elecciones
Parece que darle la oportunidad de elegir entre dos opciones a Faustina le gustó. Al baño o a la pelela? Ya tiene su preferencia de pelela cuando recién se levanta o a la tardecita y el baño para el resto. Al principio fue pelela, luego sólo inodoro, pero cuando dejó de ser novedad Faustina comenzó a negarse a ir a hacer pis! Así que comenzamos a ofrecerle si deseaba la pelela o el inodoro y eso funcionó.

5. Ayudarlos con la ropa y el pañal
Aunque lo intenta, Faustina aún no es capaz de bajarse la ropa ni el pañal sin perder estabilidad porque se le enrollan las prendas. Entonces la ayudamos a bajarse y subirse la ropa y la bombachita pañal. Cambiar de pañal común a la bombachita pañal o directamente a bombacha o calzoncillo nos ayudó mucho. Es más facil para bajar y subir!

6. Fomentar hábitos de higiene
Los hábitos de higiene son muy importantes para enseñarlos desde el primer día. Lavarse las manos, pasarse papel o toallitas húmedas, usar el bidet para lavarse ya son parte de las rutinas de higiene de Faustina y, por supuesto, espera esos momentos. Agarra papel y quiere limpiarse y hasta le gusta sentarse en el bidet!

7. A felicitarlos!
Felicitarlos por lo que hicieron es ayudarlos a que sientan que es un gran logro. Resulta un estímulo para volver a hacerlo así que no hay que ahorrarse los elogios. A Faustina la sigo felicitando, sobre todo cuando salimos o vamos al médico y me pide en el auto o en la sala de espera y es capaz de aguantar hasta llegar al baño. Bancarse la incomodidad de la retención es un buen motivo para felicitarla. También celebramos que se vaya el pis o la caca por el inodoro! Mostrale lo que hizo, comprender que eso es una parte de ella y que puede desprenderse de ello es parte del proceso madurativo.

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