A mucho bebés con síndrome de Down les cuesta comenzar a desplazarse. Pero como papás, cuando nuestros hijos todavía no caminan ni gatean y apenas sólo se sientan, podemos hacer algunas cosas para provocar curiosidad y motivación para el desplazamiento. Además, hay ejercicios y posturas para ayudarlos a lograr el gateo, que se paren y lleguen a caminar pero también hay juegos que podemos poner en práctica para ayudarlos a que tengan la experiencia del desplazamiento, aunque aún no lo logren por sus propios medios.
Aquí van algunos tips para ayudarlos (que también sirven para chicos que no tienen síndrome de Down!):
La caja de cartón
Una simple caja grande de cartón puede convertirse en un juego muy divertido si subes a tu bebé sentado y lo llevas a pasear! Puedes llevarlo sobre la caja aplastada o colocarlo dentro de la caja, siempre que tenga las paredes bajas para que tu bebé pueda ver por dónde es el paseo. Con ello verá que desplazarse tiene sus ventajas porque el pequeño mundo que lo rodea está más cerca de lo que pensaba y hay muchas cosas por descubrir a la vuelta del juego de comedor! A Faustina la llevamos a pasear también en su silla para autos y le encanta!
Los juguetes alejados
Si colocas algunos chiches fuera de su alcance, a tu bebé no le quedará otra que ir en su búsqueda. Puede que al principio proteste o intente que se los alcances. Faustina se quejaba para que yo le pusiera más cerca los objetos. Si ves que todavía no es momento de que llegue a tomarlos, acércale un poco más los chiches pero cuando veas que con un poco de esfuerzo o algún movimiento él mismo puede alcanzarlos, intenta que lo haga por sus propios medios. Prueba en distintas posiciones: sentado, acostado hacia abajo con sus bracitos hacia adelante, de costado, con el pecho sobre un almohadón o incluso arriba tuyo. No olvides que es muy importante tocarle los brazos, las piernas y el cuerpo. Que los sienta, los registre, que reciba información es esencial para que sepa que los puede usar, que sienta que los apoya, los mueve, lo tocan...
Objetos y mascotas en movimiento
Pelotas o muñecos a cuerda o pila que se ponen en movimiento también son un buen estímulo para promover el desplazamiento. Aunque tu bebé permanezca sentado y aún no gatee, tírale una pelota girando por el suelo o enciende ese hipopótamos que mueve su cabeza y se desplaza con música. Verás cómo lo sigue con su mirada y al poco tiempo intenta mover su cuerpo para alcanzarlo. Incluso prueba de arrodillarte tú mismo y gatear a su lado. Faustina se vuelve loca de alegría si otros niños juegan alrededor de ella o si yo misma me pongo en cuatro patas a gatear y le digo que soy un caballo. Al principio, cuando aún no se desplazan, quizás les cueste, pero luego se animarán a tirarse arriba tuyo o a apoyarse sobre sus brazos para seguir a los objetos que se mueven. Por otro lado, las mascotas también ayudan a que los chicos quieran moverse!
Barrera de almohadas
Esto puede ser muy divertido! Sobre la cama o en una alfombra o piso de goma coloca una almohada sobre otra. Con dos almohadas estará bien. Con esto puede hacer distintos juegos. En principio, yo la sentaba a Faustina de un lado y yo me escondía detrás de la barrera de almohadas. ¿Dónde está mamá? y ella reia cuando me veía aparecer por arriba, por un lado o el otro o sacaba mi cabeza entre medio de las almohadas. Más adelante hicimos juegos para tirarnos de panza a las almohadas. Como ella no podía moverse sola, yo la levantaba y la hacía caer apoyando el cuerpo mirando hacia abajo sobre la montaña de almohadones. Reía a carcajadas, pero después de eso tenía que salir de allí y hacía grandes esfuerzos con su cuerpo y sobre todo con sus brazos para empujar hacia atrás hasta quedar sentada! Con esto empezó a sentir la experiencia de arrojarse. Hoy se tira con movimiento mucho más perfeccionados, empujando con las piernas, levantándose con los brazos, flexionando rodillas o incluso parándose con sus piernas y tratando de dar vueltas carnero!
El pata pata
Este vehículo caminador para los chicos es genial! Faustina lo tuvo al año y medio aproximadamente y lamento no habérselo conseguido antes porque le resultó un juguete muy util para desplazarse, hacer equilibrio, flexionarse y divertirse. Aún no caminaba. Cuando la senté por primera vez y lo moví un poco, ya empezó a mover sus piernas para desplazarse y a dar vuelta el pata pata a su antojo cuando había que cambiar el rumbo del recorrido por la casa, por el parque o por la vereda. Lo manejó rápidamente hasta que pronto la veíamos con ambas piernas sobre la parte delantera del andador, haciendo equilibrio con el cuerpo, bajándose sola, o tratando de alcanzar un juguete del piso, todo sentada desde ahí arriba. También le sirvió para estar un rato sentada tomando su mamadera o comiendo una galletita y ver los videos musicales que le gustaban. Ahora que camina y anda por todos lados ya no quiere subirse. Prefiere la movilidad propia!