Feliz 2017. En la foto, con ilustraciones de Mariana Nemitz, Faustina recibe a distintos animalitos que se acercan a la ventana donde se ve el árbol de Navidad. |
Este es nuestro blog y se llama Mi vida con Faustina y es la primera vez que te escribo, hija. Porque fueron tantos los momentos que me regalaste el año pasado que hoy miro hacia atrás y, a pesar del agotamiento, veo que he pasado uno de los mejores años de mi vida. Y eso te lo debo a vos, que sos la hija más adorada que haya podido tener.
Empezaste el 2016 diciendo tus primeras palabras y fuiste incrementando tu lenguaje y mejorando tu comunicación y pronunciación, al punto que hoy no puedo creer que ya estás armando oraciones. Vaya que sí ha sido un año para recordar!
Pero uno de los logros más importantes que alcanzaste fue caminar! Te llevó su tiempo y esfuerzo, pero el día que te animaste a dar tus primeros pasitos lloré de la emoción, no sólo porque habías hecho un gran trabajo para lograrlo sino porque habías vencido barreras. ¿Sabías que a las personas con síndrome de Down les cuesta un poquito más caminar? Y cuando lo hacen, sus papás nos ponemos locos de contentos!
En marzo empezaste el Jardín de infantes! Ay, Fausti, cómo olvidar ese día, hija. Te adaptaste muy facilmente. Te quedaste como si nada. Y yo? Lloré durante días. Y es que tenía que dejarte por primera vez. Sabía que allí disfrutabas... y mucho... pero igual lloraba, hija, porque hay una parte de tu vida que ya no es mía... y eso, como mamá, duele.
A mitad de año comenzó tu juego simbólico: le dabas de comer al bebé, lo bañabas, te ponías la cartera y las llaves y te ibas a la puerta como hago yo cuando me voy a trabajar... fue y es tan lindo verte crecer, jugar, saberte tan independiente, verte acunar a tu muñeco, cantarle el arrorró! Es hermoso, hija. Además, fue un año de mucho movimiento y desarrollaste tantas destrezas (aprendiste a bailar, girar, caminar hacia atrás, dar pasos a los costados, hacer rondas, trepar!) que hoy te miro y no puedo creerlo todavía. Crecés tan rápido, Faustina.
Hubo algunos sinsabores como tener que buscar vacante en escuela común (porque ibas a ir a otro jardín) sin conseguirla y en escuela especial, hija, sólo para que te manden una maestra integradora a la escuela donde vas a educarte, una escuela común, una a la que concurren otros niños a aprender, como vos. Y fue dificil, tuve que tomar decisiones, informarme, caminar y reunirme con gente que te pone etiquetas y pone en duda tus posibilidades. Pero el año se pasó entre juegos, risas y canciones, miestras nos divertíamos y aprendíamos juntas. Yo de vos, vos de mí.
Este año que pasó también trajo tus primeros garabatos y otros logros más, tantos que hoy el agotamiento que sentí se diluye recordando tantas cosas que me regalaste.También fue un hermoso año de amigos, de vínculos y de cosas nuevas que nos dejó el Jardín. Los lazos que crees con otras personas son muy importantes. Aprenderás de ellos y ellos de vos. Vas a querer y te querrán, vas a ayudar y te ayudarán, a compartir la vida, distintos momentos, a entender, a disfrutar... No olvides nunca que las personas son muy importantes.
Pero, además, cómo no creer que fue un año espectacular si, encima de todo esto, aprendiste a ir al baño sola! Hija! Eso me tuvo emocionada y sorprendida hasta el día de hoy. Ahora ya usás bombachita y esperás para hacer pis como una señorita y te veo tan grande, tan grande, que a veces pienso que me gustaría que dejaras de crecer! Pero como eso es imposible, voy aprendiendo que la vida es disfrutar el día a día y apreciar cada etapa que vamos transitando.
Al finalizar el año, tuviste tu ceremonia de egresadita del jardín maternal y también un festival donde actuaste de pajarito y nos diste muchas alegrías y emociones!
Pero el año terminó y empieza uno nuevo y quiero desearte que esté repleto de sonrisas, de palabras nuevas, de juegos, de cariño, de celebraciones diarias, de abrazos, de experiencias bellas y enriquecedoras. Te deseo 365 días para seguir disfrutando la vida de niña, la vida tan linda que tenés, días para aprender cosas nuevas, para dar y recibir, para que puedas conocer más sobre la vida y sobre vos misma, para que afiances las amistades y recibas mucho más cariño del que te puedas imaginar y siempre seas tan amada y feliz como lo sos hoy.
Te deseo un mundo de amor, de paz, donde no haya prejuicios ni miradas que te impidan ser.
Te amo con todo mi corazón,
mamá.
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